domingo, 17 de enero de 2010

LA VANGUARDIA, crítica de Jordi Balló

EL ESPÍRITU DEL REPORTAJECon este mismo título, el periodista Jaume Vilalta acaba de publicar un libro que reflexiona sobre los principios que deben alentar la práctica del reportaje televisivo. Vilalta sabe de lo que escribe porque ha participado en la creación de dos de los programas emblemáticos de reportaje de las televisiones públicas catalanas, 30 minuts en TV3 y Línea 900 en Televisión Española, uno de los hitos históricos de los estudios de Sant Cugat. Leo el libro y veo en TVE la película de Clint Eastwood Ejecución inminente, donde el protagonista, un periodista de raza venido a menos, logra demostrar, al límite del suspense, la inocencia de un condenado a muerte que va a ser ejecutado. En toda la película esta investigación está sesgada por la incomprensión de algunos compañeros de profesión que no quieren ponerle las cosas fáciles, siempre con la misma advertencia por delante: ¿si la justicia lo encuentra culpable, por qué un periodista debe enmendar la plana?
Estos dilemas resuenan en algunas páginas del libro de
Vilalta, donde
se citan algunos reportajes catalanes en los que el periodismo se anticipó a la ley o no se conformó con lo que la ley decía. Este es el caso del histórico programa de Laura Palmés sobre Ramon Sampedro, es decir, el genuino Mar adentro, o el de Núria Nogueras y Cesc Tomàs sobre el negocio tapadera de la recogida
de ropa usada aparentemente para fines benéficos. Ante este recuerdo resuena otra pregunta sobre nuestro presente: ¿responden los reportajes de las televisiones públicas a este principio de anticipación, de disidencia, de obligarse a decir algo nuevo? El libro de
Vilalta es una buena prueba del algodón en esta exigencia, ante aquellas obras que se contentan con establecer sólo el estado de la cuestión de un tema.
16/01/2007.

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